- Esta técnica vanguardista, que se realiza en muy pocos hospitales de la Comunidad de Madrid, supone un gran avance porque evita complicaciones asociadas a los dispositivos convencionales como la infección.
- Estos marcapasos, con una vida útil de entre 10 y 12 años, están indicados en pacientes con alteración del ritmo cardiaco y que necesiten estimulación.
En las últimas semanas, el Hospital Universitario de Torrejón, gestionado por el grupo sanitario Ribera, se ha inmerso en innovadoras intervenciones para la colocación implantes de marcapasos transcatéter sin cables ni batería subcutánea. Se trata de una técnica de Electrofisiología, que se realiza en muy pocos hospitales de la Comunidad de Madrid, y que sitúa a este centro a la vanguardia de la Medicina de Precisión en España.
Parte de la novedad de esta intervención reside en que se aplica en casos en los que un marcapasos convencional no está indicado, y propone una solución para pacientes que no disponían de opciones terapéuticas a largo plazo. La Dra Carla Lázaro, especialista del servicio de Cardiología-Arritmias en el Hospital Universitario de Torrejón, asegura que tanto la técnica como el marcapasos utilizado supone un gran avance por varios motivos. “El primero es que elimina la necesidad de llevar una batería subcutánea, que supone una alteración física y estética para el paciente”, explica. Además, para esta cardióloga del Hospital Universitario de Torrejón, encargada de hacer realidad esta innovación, “al evitar los electrodos transvenosos, reducimos las posibilidades de complicaciones como las trombosis, dislocaciones, roturas o infecciones”.
Para la Dra Lázaro, “la técnica del implante es mucho más sencilla y rápida, lo que también evita efectos secundarios y problemas por complicaciones en la intervención al paciente”. Pero, además, añade, “hasta ahora esta tecnología no ha registrado casos de dislocación, y lo que es más importante, casos de infección, que es una de las complicaciones graves asociadas a los dispositivos convencionales”.
Según explica la especialista del Hospital de Torrejón, la duración de estos marcapasos es de entre 10 y 12 años, dependiendo del tipo de programación que necesite la patología en cada caso, por lo que asegura la calidad de vida del paciente a largo plazo.