- En el Día Mundial de la Incontinencia y la Endometriosis, especialistas de la Unidades de Suelo Pélvico del Hospital Universitario de Torrejón dan algunas claves y consejos útiles para el mantenimiento del suelo pélvico en el vídeo que se puede ver aquí.
- La incontinencia urinaria afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque se estima que hasta un 50% de las mujeres tienen algún escape de orina a lo largo de un año frente al 21% de los hombres
- Las pérdidas de orina tienen un alto impacto en la calidad de vida de las pacientes pudiendo causar: depresión, ansiedad y aislamiento social.
Con motivo del Día Mundial de la Incontinencia Urinaria y la Endometriosis, los profesionales de la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Universitario de Torrejón recuerdan la importancia de mantener el suelo pélvico en forma. “Un mantenimiento de un tono adecuado de los órganos del suelo pélvico implica, que no aparezcan complicaciones como la incontinencia urinaria o, en el peor de los casos, que aparezcan de una forma mucho más tardía”, afirma el Dr Daniel Martínez, ginecólogo especialista en suelo pélvico y coordinador de la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Universitario de Torrejón.
La incontinencia urinaria afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque se estima que hasta un 50% de las mujeres en edad adulta tienen algún escape de orina a lo largo de un año frente al 21% de los hombres. Existen factores que inciden en el debilitamiento del suelo pélvico y que no son controlables, como el número y las características de los partos, la edad o la calidad de los tejidos musculares. Sin embargo, “sí que podemos controlar muchos otros factores como evitar la obesidad, el esfuerzo abdominal y el tono muscular de estos tejidos, que van a mejorar nuestro suelo pélvico”, añade el Dr Martínez.
Gran impacto en la calidad de vida
Las alteraciones en la musculatura del suelo pélvico suelen una disminución en la calidad de vida y en los hábitos de quienes las padecen. “Vemos cómo las pacientes con incontinencia urinaria tienden a restringir sus salidas del domicilio y sus relaciones sociales por miedo a tener un episodio de incontinencia urinaria”, explica el Dr Martínez. E incluso, en casos de prolapso uterino, que los músculos y los ligamentos del suelo pélvico están tan estirados y débiles que dejan de sostener adecuadamente el útero, las pacientes pueden ver afectadas incluso la salud sexual y física. “El riesgo de una mujer según diferentes estudios de ser sometida a una cirugía del suelo pélvico por prolapso o por incontinencia a lo largo de su vida, oscila entre un 10% y un 20%”, añade el Dr Martínez. Como resultado, apunta el profesional, “las pérdidas de orina tienen un alto impacto en la calidad de vida de las pacientes pudiendo causar: depresión, ansiedad y aislamiento social”
Por ello, la recomendación más efectiva es ejercitar el suelo pélvico y la musculatura abdominal desde edades tempranas, cuidar la postura, evitar deportes de impacto y repetición y seguir hábitos de vida saludables. Para fortalecer el suelo pélvico, los profesionales de la Unidad de Suelo Pélvico aconsejan los conocidos como ejercicios de Kegel y los ejercicios hipopresivos. “Las prácticas regulares de estos ejercicios nos van a permitir tener una musculatura con una fuerza y coordinación adecuados”, asegura el Dr Martínez, al tiempo que añade que “es conveniente que al menos al principio estos ejercicios sean valorados por un profesional, para certificar que los estamos realizando de una manera correcta, contrayendo única y exclusivamente la musculatura del suelo pélvico, con abdomen y glúteo relajado”.
En esta línea, la Dra Noelia García, especialista en Rehabilitación del Hospital Universitario de Torrejón, junto a Elena Méndez y Paula Gómez, fisioterapeutas del centro, nos dan algunas claves y consejos útiles para el mantenimiento del suelo pélvico en el vídeo que se puede ver aquí. Además, los expertos del centro coinciden en recordar las recomendaciones: orinar entre 4 y 6 veces al día, beber suficiente agua, no abusar del café, té o bebidas gaseosas, mejorar la postura corporal, dejar hábitos tóxicos como el tabaco, y hacer ejercicio controlando siempre la musculatura del suelo pélvico.