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    La prevención es clave para evitar el contagio de gripe estacional y covid esta temporada

    • Está previsto un mayor volumen de consultas por infecciones respiratorias y posibles complicaciones a causa de infección simultánea por distintos virus en una misma persona

    Con el comienzo del otoño aparecen los virus respiratorios y la gripe estacional. Para concienciar sobre la importancia de la prevención y el cuidado personal para evitar el contagio, el servicio de Medicina interna del Hospital Universitario de Torrejón advierte que el riesgo de un invierno con co-circulación de COVID y gripe estacional es muy probable. Por ello, la población más vulnerable y con riesgo de sufrir enfermedades graves debe establecer medidas de prevención como evitar aglomeraciones y espacios cerrados mal ventilados, así como permanecer cerca de personas que estén pasado algún proceso vírico. 

    Al aumento en las visitas a Urgencias provocado por las patologías respiratorias, se suma que un previsible aumento en el volumen de consultas por dichas infecciones y las posibles complicaciones de la infección simultánea por distintos virus en una misma persona. “Existen factores que pueden hacer que la temporada de gripe sea más dura y veamos un aumento de los casos graves, como el cambio en la inmunidad de las personas debido a una baja exposición al virus durante los últimos años por las mascarillas y la distancia social, así como el actual estado de salud general de la población”, afirma la Dra María José García Navarro, jefa de servicio de Medicina Interna. “Por eso, es muy importante que la población más vulnerable se vacune: pacientes crónicos, personas mayores de 60 años, profesionales sanitarios y embarazadas”, añade.

    Alrededor del 94% de la población mayor de 60 años está vacunada con la primera dosis de refuerzo. Por debajo de esta edad, los porcentajes de cobertura se van reduciendo progresivamente, por lo que podría presentarse un repunte más significativo de la incidencia de gripe y COVID en los menores de 60 años con la sintomatología habitual. 

    En el caso de la gripe, los síntomas comienzan de manera más brusca, con fiebre alta, dolor muscular y articular, dolor de cabeza; y en menor medida dolor de garganta, mucosidad nasal o síntomas gastrointestinales. En cuanto al COVID, el virus puede manifestarse de manera más variables, ya que depende de la situación inmunológica individual. “Las infecciones previas y la vacunación son claves”, afirma la Dra García Navarro. “En variantes como ómicron, lo más frecuente es dolor de garganta, congestión nasal, febrícula o fiebre y cefalea. Además, en algunos casos vuelve a haber pérdida del olfato y/o gusto”, apunta.

    En ambos casos, los factores principales para el contagio son un mayor tiempo de contacto, espacios mal ventilados o cerrados, además de una higiene de manos poco frecuente y el no uso de la mascarilla cuando se presentan síntomas. Los cambios bruscos en la temperatura corporal, un mal estado físico, las enfermedades crónicas mal controladas y una edad avanzada son la causa de que el sistema inmunitario pueda tener una respuesta menos efectiva frente a la agresión de estos agentes infecciosos. 

    Para prevenir los contagios, la higiene frecuente de manos y el uso de mascarilla, sobre todo en espacios cerrados con muchas personas, siguen siendo las medidas más efectivas, además de evitar el contacto con personas que presenten algún tipo de síntoma. La prioridad es siempre proteger a las personas más vulnerables”, comenta la Dra. García Navarro.

    ¿Cuándo acudir a los profesionales sanitarios?

    Los profesionales recomiendan acudir al médico en los siguientes casos:

    • Cuando en la fiebre alta persista, a pesar de haber tomado antitérmicos
    • Cuando haya sensación de falta de aire y opresión de pecho o abdomen, mareos persistentes, confusión, dificultad para despertarse, convulsiones, falta de orina, incapacidad para ingerir alimentos o líquidos, dolor muscular intenso.
    • Cuando haya agravamiento de la enfermedad crónica de base si la hubiese. 
    • Y siempre se debe acudir a un centro sanitario en el caso de personas de riesgo como trasplantados, pacientes oncológicos, con tratamiento inmunodepresor, inmunodeficiencias primarias, VIH avanzado, fibrosis quística o síndrome de Down con más de 40 años. 

    En niños, además hay que tener en cuenta las siguientes señales de alarma:

    • La falta de interacción, deshidratación y color azulado de los labios.
    • En el caso de los bebés menores de 12 semanas, se debe acudir a un centro sanitario en el momento en que se vea fiebre. 

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