- Las sesiones, de una hora de duración, se imparten una vez a la semana en el centro torrejonero con el objetivo de que se integre la danza en la rutina del paciente.
- Los beneficios de la danza en grupos de pacientes con Parkinson son múltiples: favorece la capacidad de movimiento y el equilibrio, combate los problemas de ansiedad y depresión, recupera funciones cognitivas, evita el aislamiento social y mejora su calidad de vida.
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El Hospital Universitario de Torrejón, perteneciente a la red pública de la Comunidad de Madrid, ha lanzado un proyecto de danza terapéutica para abordar la rehabilitación integral de los pacientes con Parkinson. Esta iniciativa busca equilibrar todos los aspectos de la persona, como la movilidad, las emociones y los pensamientos, favoreciendo la coordinación, el equilibrio, la expresión creativa y emocional mediante el movimiento, el uso de la voz, la dramatización y el masaje.
Semanalmente, el Servicio de Neurología del centro torrejonero se reúne en la biblioteca del hospital con estos pacientes para practicar talleres de danza con música muy variada. “Hemos diseñado esta iniciativa para pacientes con Parkinson porque es una enfermedad crónica progresiva que precisa un abordaje integral, donde las medicinas son sólo un aspecto más de su tratamiento y no alcanzan todas las necesidades de los pacientes”, explica la Dra. Cristina Prieto, Neuróloga del Hospital Universitario de Torrejón y coordinadora de las sesiones de danza terapéutica.
“Existen numerosos estudios que avalan el beneficio de la danza en el Parkinson, demostrando mejoría en la capacidad de movimiento y equilibrio, en los problemas de ánimo como ansiedad y depresión, en algunas funciones cognitivas, en el aislamiento social y en la calidad de vida en general”, expone la doctora. Además, “la danza terapéutica les aporta un extra en cuanto a la integración de todos los problemas que conlleva la enfermedad de Parkinson, que es una patología crónica discapacitante que acarrea muchos problemas a todos los niveles de la vida del paciente”.
Para beneficiarse de esta práctica de manera regular, el centro torrejonero ha organizado sesiones semanales de una hora para que se integre esta disciplina en la rutina del paciente, ya que las actividades motivadoras aumentan los niveles de dopamina en el cerebro, algo que mejora el estado anímico de los pacientes con Parkinson. Durante las sesiones se realizan movimientos de forma individual, en parejas o en grupos, según el ritmo de cada música y según el momento personal de cada uno. “Cada persona hace su propio trabajo y el grupo crea una energía que acoge y potencia ese trabajo”, valora la doctora Prieto.
“Los pacientes que están viniendo a los talleres nos dicen que se sienten comprendidos y un poco más liberados de la carga que tiene esta enfermedad”, revelan desde el Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Torrejón. “Es maravilloso, yo tengo agarrotamiento en la espalda y como son movimientos lentos me ayudan a notar mejoría en cuanto a relajamiento”, revela Antonio, uno de los pacientes que participa en los talleres de danza terapéutica. Por su parte, José Antonio valora muy positivamente las sensaciones de motivación que obtiene durante la actividad: “Me voy con más ganas de las que vengo. Vengo con mucho ánimo, pero las fuerzas flaquean, y en la clase te vas animando poco a poco y te vas viniendo arriba”.
Además, los pacientes aprecian el valor humano del grupo de trabajo, definiéndolo como “una gran familia”. “Somos un grupo que nos entendemos perfectamente porque tenemos la misma enfermedad y venimos sin complejos”, explican los integrantes de las sesiones de danza terapéutica del Hospital Universitario de Torrejón.