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    Oftalmólogos del Hospital Universitario de Torrejón advierten del aumento de miopía en niños debido a los dispositivos electrónicos

    • Durante los últimos años, la miopía en niños está aumentando progresivamente y cada vez aparece en niños más pequeños.
    • La Organización Mundial de la Salud estima que en 2050 la mitad de la población podría ser miope, con una prevalencia especialmente alta entre los niños.
    • El uso de móviles y otros dispositivos electrónicos puede elevar el riesgo de miopía en niños.

    Especialistas del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de Torrejón, perteneciente a la red pública de la Comunidad de Madrid, destacan que la miopía en niños está aumentando progresivamente, por lo que su diagnóstico y corrección precoz es fundamental para que los más pequeños puedan desarrollar una correcta agudeza visual. “Si hay miopía, lo más importante es corregirla con gafas para que vean bien y, según el caso, pueden plantearse otras medidas que nos ayuden a controlar la miopía”, recomiendan los oftalmólogos del centro.

    “La miopía es un defecto refractivo muy frecuente en jóvenes y adultos que produce una visión borrosa de lejos”, explica la Dra. Naon Kim, especialista del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de Torrejón. Se trata de un problema de salud que ha aumentado significativamente en la última década, hasta el punto de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2050 la mitad de la población podría ser miope, con una prevalencia especialmente alta entre los niños. “Diferentes estudios apuntan a que el estilo de vida y de ocio de los niños, que pasan muchas horas en sitios cerrados con el móvil, viendo la televisión o con dispositivos electrónicos, puede ser una de las principales causas del aumento de casos de miopía en niños”, señalan desde el Servicio de Oftalmología del centro torrejonero. Además, “aparece en niños cada vez más pequeños”.

    La miopía también tiene un componente hereditario, aunque distintas investigaciones indican que la transmisión se produce en una baja proporción de casos, atribuyéndole un peso muy importante a los hábitos de los más pequeños. Oftalmólogos del Hospital Universitario de Torrejón recalcan que se trata de un problema de salud ocular que se puede prevenir tomando medidas relacionadas con el estilo de vida, como “disminuir las horas de televisión y el uso de dispositivos electrónicos en casa”. También recomiendan que los niños hagan “descansos intermitentes durante el estudio y que pasen tiempo al aire libre, ya que además de disminuir el esfuerzo visual de cerca, ayuda a combatir el sedentarismo y la obesidad”.

    “La mayoría de las veces el niño puede no quejarse de que no ve bien y son los padres los que notan que su hijo hace gestos raros con los ojos, se acerca al leer, se cansa con frecuencia en el colegio o al hacer los deberes”, cuenta el Dr. Daniel Pérez Formigo, especialista del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de Torrejón. En el caso de detectar que nuestros hijos no ven bien, es importante que acudamos a un especialista para que determine si hay miopía o no para corregirla con gafas o, en algunos casos, controlarla con el uso de lentes de contacto blandas o rígidas, además de un posible tratamiento farmacológico”, sentencian desde el hospital.